viernes, 27 de enero de 2017

Introducción a la ópera barroca

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La música y el teatro han estado muy ligados ya desde la antigua Grecia. En las tragedias de Sófocles y Eurípides se cantaban coros y algunos pasajes especialmente líricos y Los dramas litúrgicos de la alta edad media se cantaban en su totalidad.
A lo largo del Renacimiento, se interpretaban pequeños intermedios de carácter pastoril, alegórico o mitológico en los entreactos de las obras teatrales. En eventos sociales importantes estos intermedios tenían montajes musicales espectaculares con solistas, coros y grandes conjuntos instrumentales. Los intermedios más deslumbrantes fueron representados en Florencia para la boda de una princesa.

Sin embargo, es a finales del siglo XVI, cuando surge el nuevo género llamado "ópera in musica", una obra teatral que combina el soliloquio, el diálogo, los decorados y la música.

Resultado de imagen de camerata fiorentinaEn 1570 el conde Bardi creó una academia de carácter informal en la que se debatían temas literarios, científicos, artísticos y se tocaba la nueva música. Miembros destacados de este club fueron Giulio Caccini (cantante y compositor), Vincenzo Galilei (padre del astrónomo Galileo Galilei) y Jacopo Peri.

Fue a través de estos debates, como los miembros de la camerata llegaron a la conclusión de que las antiguas tragedias griegas se cantaban en su totalidad, y comenzaron a experimentar con la musicalización de pequeñas escenas dramáticas, cuidando especialmente la adecuación de la música al libreto. Por otra parte, la pastoral era un género poético predilecto durante el Renacimiento. Exigía del poeta la habilidad para transmitir la atmósfera de una naturaleza idealizada, donde vivían seres mágicos del bosque, jóvenes y pastores. 

Este ambiente bucólico pastoril, los temas de la mitología griega y los variados experimentos con la monodia acompañada se unieron para dar lugar a las primeras óperas estrenadas en Florencia:
    -Peri y Rinuccini: "Dafne" y "Eurídice"
    -Caccini y Rinuccini: "Eurídice"
    -Francesca Caccini: "La liberación de Rugiero de las isla de Alcina"
    -Marco Gagliano: "Dafne" y "II Medoro"
    -Gagliano y Peri: "La Flora"

viernes, 20 de enero de 2017

Tomás Luis de Victoria - El músico de Dios

Nació en Ávila en 1548, y fue un hombre extremadamente católico. Aprendió las bases de música en la catedral de su ciudad, donde participaba en el coro; también aprendió a tocar el órgano. Con tan solo 17 años, el rey le financia sus estudios y viaja hasta roma, donde asiste al Colegium Germánico. También ingresó en el Seminario Romano, y se cree que allí recibió clases de Palestrina, que en aquel momento era el Maestro de Capilla del Seminario, Luis de Victoria le sucedió en el puesto. También fue maestro de capilla del Colegio Germánico. En 1587 volvió a España y fue nombrado capellán y maestro de capilla del convento de las Descalzas Reales, bajo en mando de la emperatriz María, hermana del rey.

Si comparamos su obra con la de Orlando di Lasso y Palestrina (importantes compositores de su misma época), observamos que es bastante más reducida. Se sabe que en el tiempo que estuvo en las Descalzas Reales, no compuso mucho: dos nuevas ediciones de misas y el Officium defunctorum (obra funeraria). Sin embargo, al contrario que los otros dos, compuso exclusivamente música religiosa. En sus obras encontramos una perfecta adecuación música - palabra, y un sentido armónico moderno, es decir, con texturas y colores, y voces un poco más agudas de su registro normal. Para sus composiciones empleó textos de "El cantar de los cantares". Algunas de sus obras son: Officium Hebdomadae Sanctae (Oficio de Semana Santa), motete O magnum mysterium, Salve Regina, A vos omnes , Magnificant primi toni, Ave María...


También hay un documental llamado "Tomás Luis de Victoria el músico de Dios"

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